La OMS vigila las tendencias sanitarias mundiales y actúa frente a las emergencias sanitarias como lo ha hecho durante las pandemias. La OMS se ha destacado en la respuesta a grandes emergencias sanitarias como el cólera, el ébola, la gripe aviar, el SARS y la pandemia de COVID-19. Su rol ha sido fundamental en la erradicación de enfermedades como la viruela o la casi erradicación de la polio
Por Dr. Horacio Lopardo
Prof. Consulto de Microbiología Clínica. Facultad de Ciencias Exactas, UNLP - Director de Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana
Algunas veces las noticias negativas nos hacen reflexionar sobre temas que nos pasaban inadvertidos, por no preguntarnos sobre su esencia. Uno de ellos es cuál es el rol de los organismos supranacionales de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La OMS es un organismo de las Naciones Unidas (ONU) que ejerce un indudable liderazgo sanitario a nivel mundial al establecer normas o recomendaciones, definir programas y prioridades en la investigación vinculada a temas sanitarios y articular políticas basadas en la evidencia científica.
La OMS vigila las tendencias sanitarias mundiales y actúa frente a las emergencias sanitarias como lo ha hecho durante las pandemias. La OMS se ha destacado en la respuesta a grandes emergencias sanitarias como el cólera, el ébola, la gripe aviar, el SARS y la pandemia de COVID-19. Su rol ha sido fundamental en la erradicación de enfermedades como la viruela o la casi erradicación de la polio.
Además realiza campañas de promoción de la salud, como las de modificar los hábitos dietarios o reducir el uso de sustancias tóxicas (alcohol, drogas, tabaco). También analiza los riesgos sanitarios y establece estrategias para prevenir, preparar, responder y recuperarse ante emergencias. En este sentido, dirige y coordina la respuesta sanitaria en apoyo de los países durante las mismas. Otra de sus funciones es preevaluar los medicamentos de los laboratorios para garantizar su seguridad.
La OMS a través de la OPS, su oficina especializada en aspectos de la salud de las naciones americanas, brinda apoyo técnico a los países de la región, especialmente a los menos desarrollados. A través de su Fondo Rotatorio permite el acceso a la vacunación a menores costos, lo que evita la diseminación de enfermedades transmisibles incluso hacia otros países de América Latina y del mundo.
Desde el año 1948, la Argentina forma parte de la OMS y esto ha permitido que dispongamos de información epidemiológica a nivel global y podamos evaluar posibles amenazas para la salud de nuestra población. La Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud- ANLIS- “Dr. Carlos G. Malbrán” articula con la OMS y la OPS programas de prevención y vigilancia como, por ejemplo, el referido a la elaboración de vacunas para la influenza.
La presencia de nuestro país en la OMS facilita su participación en programas internacionales de promoción de la salud y en la discusión sobre acciones destinadas a combatir las enfermedades emergentes o encender alarmas sanitarias ante nuevos brotes. Además, en la Argentina están vigentes programas nacionales como los de tuberculosis, HIV, dengue y Chagas dependientes de la OPS y que están destinados a aportar elementos de prevención y tratamiento para esas enfermedades que por lo general afectan a personas vulnerables.
La salida de la Argentina de la OMS implicaría perder el acceso a la información epidemiológica global y a la disponibilidad de vacunas e insumos sanitarios a menor costo. Nos impediría participar de programas y de proyectos cooperativos internacionales. En resumen, pertenecer a la OPS/OMS solo tiene aristas positivas que no deberían ponerse en juego por decisiones derivadas de la política partidaria ni por aspectos coyunturales.