Por Dr. Claudio H. Cova. Presidente de la Federación Bioquímica de la provincia de Buenos Aires.

Cuando comenzamos un nuevo año muchas veces decimos que empezamos una hoja en blanco, un nuevo ciclo, un capítulo nuevo de nuestra propia historia.

En esa hoja en blanco algunos escriben sus deseos más profundos, sus proyectos de vida, los propósitos a cumplir. Pero a veces esa hoja ya trae una lista de cosas pendientes, de cosas que quedaron por terminar, aquello que arrastramos y que en este año tenemos la posibilidad de concretar, arrancamos esa hoja con un orden de prioridades que generalmente pasa por terminar lo empezado antes de dar nuevos pasos hacia un horizonte generalmente desconocido.

En las instituciones no es tan distinto, primero nos ponemos como objetivo culminar lo pendiente y luego ir por lo siguiente.

Qualium Lab

FABA tiene siempre proyectos que se fundamentan en la mejora de las condiciones de trabajo para cada uno de los federados. El más importante es, sin lugar a dudas, la apertura de Qualium Lab, donde tenemos depositadas grandes esperanzas con un impacto para nosotros y la comunidad bioquímica toda aún imposible de mensurar.

Esperamos en unos meses tener funcionando nuestro laboratorio que nos permitirá no solo resolver la alta complejidad a los costos más bajos posibles, sino también será el escudo protector contra las grandes corporaciones que ya desembarcaron en el país y avanzan con un plan tan expansivo como peligroso del que si no nos protegemos unidos puede ser letal.

Estamos en un momento distinto a todos, la incertidumbre alcanzó su punto más alto, las reglas de juego aun no están claras, día a día vemos que el rumbo de este barco llamado “Sistema de Salud” no tiene puerto asignado, lo cual dificulta al extremo todas las gestiones que permanentemente hacemos para poder recuperar el valor que realmente necesitamos de las prestaciones bioquímicas.

Todo el sector está en una situación de falta de información e indefensión inéditas, se requiere de prudencia extrema pero también de firmeza y presencia en todos los ámbitos donde se discute el futuro de nuestro sector.

Las autoridades provinciales y nacionales están al tanto de nuestras demandas permanentes y esperamos tener las respuestas adecuadas y necesarias en forma inmediata. No tengan la menor duda que se irá por lo que necesitamos, por lo que merecemos como sector, por lo que nuestro trabajo (que es cada vez más importante para los pacientes) realmente vale.

Queda claro también a pesar de las permanentes presiones de rupturas, de medidas agresivas, de ideas remanidas y ya probadas sin éxito, que la salida siempre es el diálogo, la negociación, la búsqueda del equilibrio.

Siempre la prioridad para FABA es preservar las fuentes de trabajo; tenemos con templanza y paciencia que ir por lo mejor, pero sin arriesgar lo que lleva a que cada laboratorio en cada rincón de la provincia de Buenos Aires siga con sus puertas abiertas. Sabemos de las urgencias, de las necesidades, y de cada uno de los largamente fundamentados reclamos que recibimos. Para resolverlos con la premura posible, trabajamos día a día.

En esta hoja en blanco no dejemos de poner palabras que nos eleven, como desafío, esperanza, sueños, utopías, deseos, empatía, trabajo, confianza, salud, y por supuesto trabajo.

Les deseo a todos un gran año, que podamos en esta misma fecha en doce meses mirarnos a los ojos, y abrazarnos con la emoción y la satisfacción de que mucho de todo lo buscado se haya cumplido.