ABCL

Revista 618

Avances en los tratamientos de la obesidad y la diabetes

La evidencia emergente sugiere que estos agentes farmacológicos también pueden ofrecer efectos cardioprotectores y potencialmente nefroprotectores.

Las nuevas terapias con péptidos basados en incretinas están mejorando el control del peso corporal y la glucemia y, de esta manera, el tratamiento de la DM2 y la obesidad.

La prevalencia de la obesidad y la diabetes continúa aumentando de manera alarmante y afectando a la salud de más de mil millones de personas en todo el mundo. A nivel mundial, alrededor del 15% de los adultos son obesos [índice de masa corporal (IMC) >30 kg/m2] y un 25% adicional tiene sobrepeso (IMC 25 - <30 kg/m2 ) (1).

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2), que representa el 90% de todas las diabetes, afecta aproximadamente al 9% de los adultos en todo el mundo y a más del 15% de los adultos en algunas regiones. Los vínculos entre la obesidad y la DM2 son bien reconocidos, en particular los efectos del exceso de tejido adiposo visceral, las alteraciones del metabolismo de los lípidos en la patogénesis de la DM2, las complicaciones cardiológicas y renales compartidas y otras morbilidades asociadas (2).

Todas las guías para el tratamiento de la obesidad y la DM2 se basan en medidas sobre el estilo de vida (principalmente una dieta baja en calorías y una mayor actividad física). Una reducción sostenida del 5% en el peso corporal puede dilatar la aparición y disminuir la gravedad de la DM2 y las enfermedades cardiológicas y renales, mientras que, a largo plazo, las reducciones de peso del 10 al 15% frecuentemente pueden facilitar la remisión de la DM2 y ofrecer un espectro de beneficios adicionales para la salud. Sin embargo, lograr y mantener estas cantidades de pérdida de peso es particularmente difícil para las personas con DM2, porque la pérdida de peso mejora la sensibilidad a la insulina, lo que a su vez, favorece el aumento de peso (3).

Por lo tanto, agregar farmacoterapias con propiedades reductoras del peso y de la glucemia proporciona un enfoque deseable para el tratamiento de la obesidad y la DM2.

Terapias con pétptidos basados en incretinas

En este sentido, en una reciente actualización (4) se destacó que las opciones para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y la obesidad se han ampliado en los últimos tiempos gracias a los resultados de varios ensayos clínicos importantes con terapias con péptidos basados en incretinas. La mayoría de estos estudios se han realizado con semaglutida, agonista del receptor de un péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), que está disponible en inyección subcutánea una vez a la semana y en comprimidos una vez al día, y con tirzepatida, agonista dual inyectado una vez a la semana, que interactúa con receptores para GLP-1 y con el polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP). En personas con DM2, estas terapias han logrado reducciones de más del 2% de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) y una reducción del peso corporal de más del 10%. En algunos estudios, estos agentes probados en personas obesas y no diabéticas en dosis mucho más altas han reducido el peso corporal en más del 15%.

Agentes con efectos cardio y nefroprotectores

La evidencia emergente sugiere que estos agentes también pueden ofrecer efectos cardioprotectores y potencialmente nefroprotectores. Otras terapias peptídicas basadas en incretinas en desarrollo clínico temprano, en particular un agonista triple del receptor GLP-1/GIP/glucagón (retatrutida) y una combinación de semaglutida con cagrilintida, análogo de la amilina (CagriSema), han demostrado una gran eficacia.

Aunque las terapias con incretinas pueden provocar efectos gastrointestinales adversos, en la mayoría de los casos, éstos suelen ser entre leves y moderados, y de carácter transitorio. Solo en algunos casos los pacientes han debido abandonar el tratamiento. Por lo tanto, las nuevas terapias con péptidos basados en incretinas están mejorando la oportunidad de controlar el peso corporal y la glucemia y, de esta manera, lograr un tratamiento eficaz de la DM2 y la obesidad.

Obviamente, estos fármacos deberán ser prescriptos por los médicos de cabecera quienes podrán controlar a los pacientes en función de esos eventuales efectos no deseados.

Referencias bibliográficas