La Fundación Bioquímica Argentina - FBA- participó como correctora de este documento elaborado en forma conjunta por la Sociedad Argentina de Lípidos (SAL), la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Federación Argentina de Sociedades de Endocrinología (FASEN).
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Esta actualización, que resalta la importancia clínica de la medición de ApoB en la evaluación del riesgo cardiovascular, es el fruto del trabajo conjunto de distintas sociedades científicas y profesionales, entre ellas la FBA, y ofrece recomendaciones prácticas y revisa la evidencia actual que respalda el uso de apoB como marcador más preciso que el colesterol LDL en determinadas situaciones clínicas. También se discute la correlación y la concordancia entre la apoB, el C-noHDL y el C-LDL.
La apolipoproteína B (ApoB) es el principal componente proteico de las partículas lipoproteicas aterogénicas, como las de muy baja densidad (VLDL), densidad intermedia (IDL) y baja densidad (LDL). Por lo tanto, la concentración plasmática de ApoB permite estimar el número total de partículas aterogénicas. En los últimos años, diversos estudios epidemiológicos y de intervención han demostrado que la medición de ApoB predice de forma independiente el riesgo cardiovascular, incluso superando a los parámetros lipídicos convencionales, como el colesterol unido a la LDL (C-LDL), que continúa siendo el principal objetivo terapéutico en el tratamiento lipídico, con metas claramente establecidas.
El objetivo de este trabajo colaborativo entre prestigiosas sociedades científicas es desarrollar un documento de posición que aborde, de manera clara y práctica, diversos aspectos relacionados con la medición de la ApoB, mediante la respuesta a diez preguntas clave que organizan su contenido a saber:
La ApoB se ha consolidado como un marcador lipídico clave en el manejo del paciente dislipidémico, aportando información diagnóstica y pronóstica de gran valor clínico. Al reflejar de manera directa la cantidad de partículas aterogénicas circulantes, su cuantificación permite estimar con mayor precisión el potencial aterogénico total. Esto se evidencia en la excelente correlación entre ApoB y C-LDL, aunque con una concordancia moderada entre ambos parámetros. Diversas evidencias epidemiológicas, genéticas y provenientes de estudios clínicos respaldan su valor pronóstico en la prevención de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Asimismo, se cuenta con herramientas farmacológicas eficaces para reducir sus niveles. La incorporación rutinaria de ApoB en la evaluación del riesgo cardiovascular podría optimizar la estratificación y el abordaje terapéutico, especialmente en escenarios donde las concentraciones de C-LDL pueden subestimar el riesgo residual. En este contexto, el reconocimiento y la utilización de ApoB como objetivo terapéutico emergente podrían contribuir a disminuir de manera más efectiva la carga global de enfermedad cardiovascular.
Invitamos a todos los profesionales a consultar este material clave para la práctica bioquímica actual. Para acceder al documento completo ingresar en: https://www.fba.org.ar/programas-de-la-fba/documento-intersocietario-sobreapolipoproteina- b/