En febrero se verificó la misma tendencia que en los últimos meses se viene dando en el marco de las tratativas que la Federación Bioquímica sostiene de forma permanente con ambos agentes financiadores del sistema de salud
Las empresas de medicina prepaga con las que mes tras mes FABA negocia mejoras arancelarias en virtud de los incrementos de las cuotas que estas compañías aplican en el valor de las cuotas que perciben de sus afiliados, reconocieron valores aproximados al índice inflacionario que oficialmente elabora el Indec.
Esta modalidad se aplica desde hace unos meses con acuerdo de partes por lo que mayormente se evitan las agotadoras discusiones arancelarias mensuales que desde hace años se venían dando, y está a tono con la valoración reclamada de nuestro trabajo profesional.
Tal como señaláramos en la anterior edición de FABA Informa, OSDE, la única prepaga que mantiene vinculación contractual con cada uno de los siete distritos de la Federación Bioquímica, en enero y pese a los insistentes reclamos de todos los presidentes de esos Centros de análisis clínicos, no reconocieron, absolutamente ninguna mejora arancelaria, causando gran preocupación entre los colegas de los distintos sectores del territorio bonaerense.
También como viene sucediendo últimamente, en febrero la Federación Bioquímica acordó mejoras de nuestras retribuciones profesionales con distintas obras sociales, las que en su gran mayoría demuestran una buena disposición para que las respectivas tratativas se lleven a cabo con éxito.
Y así, en ese marco, hay obras sociales que reconocieron mejoras de aranceles bioquímicos de acuerdo a los resultados de las pautas salariales acordadas en ocasión de las últimas paritarias. Incluso, hubo mutuales gremiales con las que se sostuvieron acuerdos algo por encima de las posibilidades económicas de esos sindicatos con incrementos arancelarios a cuenta.
Por otra parte, el gobierno nacional confirmó un anticipo realizado por este medio informativo institucional en la edición de enero, al disponer el fin de la denominada “triangulación”, mediante la cual, se derivaban a las prepagas elegidas por cada trabajador, los pagos correspondientes, pero a través de las respectivas obras sociales, las que de esa forma obtenían una suerte de “peaje”, situación que se daba mayormente con las mutuales muy chicas, a las que se consideró como “sellos de goma”.
Ese mecanismo había creado un grupo de cerca de veinte obras sociales que sólo se dedicaban a intermediar entre trabajadores y prepagas. Por esa intermediación, la mayoría de ellas se quedaba con un 2% del aporte total, aunque había algunas que, con la promesa de ofrecer servicios adicionales a los que prestan las prepagas, conseguía retener hasta un 10% del aporte.
El primero de diciembre de 2024 había entrado en vigencia una norma de la Superintendencia de Servicios de Salud mediante la cual, se disponía el cese de esta triangulación, pero mediante un paso administrativo que cada afiliado debía realizar en su obra social.
Esa resolución no tuvo el resultado previsto y por eso el mismo organismo, considerando que alrededor del 50% de los afiliados a las prepagas derivaban sus aportes a través de la obra social, aproximadamente un millón y medio de trabajadores, dispuso que a partir del primero de febrero cesara la triangulación de manera automática.
De ese modo, el total del aporte del trabajador y la contribución empresarial que es del 9% del salario ahora va directamente a las prepagas, a raíz de lo cual el gobierno nacional las instó fuertemente a bajar los valores de las cuotas para los afiliados comprendidos por la medida.
Sin embargo, la Resolución deja una ventana abierta durante sesenta días para que la persona que quiera revertir ese traspaso de todos sus aportes a una prepaga pueda dar marcha atrás con el cambio y optar por una obra social, la que deberá hacerse cargo de toda la cobertura de salud de ese trabajador, ya que no podrá girar los fondos a una prepaga que brinde el servicio.
Por lo pronto, no se registraron rebajas de las cuotas, pero las prepagas Swiss Medical, Omint, Osde, Galeno y Medifé por primera vez en años, dispusieron que no hubiese aumento de las cuotas de marzo para aquellos beneficiarios que, antes de la medida del Gobierno Nacional, triangulaban con una obra social.
En cambio, para los afiliados directos de esas empresas sí se dispusieron para marzo los habituales incrementos mensuales siguiendo la pauta inflacionaria oficial.
Por otro lado, el gobierno dispuso que las empresas de medicina prepaga “podrán establecer libremente los valores de las cuotas de los planes de salud ofrecidos durante toda la vigencia del contrato”, y que “el porcentaje de ajuste podrá variar según las características específicas de cada plan de salud que comercialicen”.
En otras palabras, se estableció que las prepagas podrán actualizar las cuotas de sus planes en forma diferenciada, en lugar de aplicar un único porcentaje para todos sus afiliados, tal como viene ocurriendo en la actualidad.
En tanto, el directorio del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF) aprobó el otorgamiento de un crédito solicitado por el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), ambos Institutos pertenecientes a la jurisdicción del Ministerio de Defensa.
El crédito asciende a 40.000 millones de pesos. IOSFA, con unos 600.000 afiliados de las fuerzas armadas, tiene un importante déficit operativo.
No obstante, desde el Instituto se ha desmentido que existan planes para su privatización, sin embargo, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha denunciado que el gobierno intenta desmantelar la mutual señalando que “el gobierno ha realizado ajustes salariales y desfinanciado las áreas y programas de la obra social”.
También hay que decir que los militares que integran el directorio de IOSFA se han opuesto a la decisión del ministerio de Defensa de tercerizar la prestación de los servicios de salud.