Interes General

Revista 626

Virus Oropouche: un arbovirus reemergente de importancia clínica

La fiebre de Oropouche (OROV - CIE-10 A93.0) es una enfermedad zoonótica producida por el virus Oropouche, un virus ARN del género Orthobunyavirus perteneciente a la familia Peribunyaviridae transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. Una preocupación para las autoridades sanitarias.

Mientras el dengue sigue golpeando como nunca antes en la región de América Latina y el Caribe, otra infección transmitida por insectos está reemergiendo y ya ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con un riesgo “alto a nivel regional” por su rápida propagación.

Es la fiebre de Oropouche, una enfermedad viral que produce síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, molestia ante la luz, dolores musculares y articulares. En algunos casos, puede causar complicaciones más graves como meningitis o encefalitis.

¿Cómo se transmite?

Es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. Se encuentra en América del Norte, América Central, Caribe llegando hasta Argentina y Uruguay. Su presencia es abundante en los meses cálidos y lluviosos. Pero no es el único. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, también pueden transmitirla algunos tipos de mosquitos, entre ellos los Culex quinquefasciatus, Coquillettidia venezuelensis y Aedes serratus.

El virus Oropouche presenta dos ciclos de transmisión. Uno silvestre en donde los reservorios son vertebrados (primates, perezosos y roedores), con los mosquitos Cx. quinquefasciatus y Ae. serratus y el jején Cu. paraensis, como sus principales vectores. El segundo ciclo es el ciclo epidémico urbano, en el cual la infección se mantiene principalmente entre el ser humano y el vector Cu. paraensis.

Sus síntomas son: Fiebre elevada, dolor de cabeza, manchas rojas en la piel, sangrado nasal o de las encías, y vómitos.

No se dispone de vacunas ni de tratamientos antivirales específicos, y solo queda el alivio sintomático. El abordaje se centra en el alivio sintomático del enfermo con reposición de líquidos, control de la temperatura corporal y tratamiento de los posibles síntomas.

Los casos leves o moderados tienen una recuperación que ocurre dentro de los 7 días. Dentro de las complicaciones poco frecuentes, se puede desarrollar un cuadro de meningitis aséptica.

El OROV no es un virus nuevo, pero en 2024 se ha detectado en áreas donde no se había reportado transmisión previamente. Además, se han registrado, también por primera vez, muertes asociadas a la infección y casos de transmisión vertical, que incluyeron muertes fetales y anomalías congénitas.

¿Cómo se puede prevenir?

Las medidas de prevención implican buenas prácticas socio-ambientales, instalación de métodos de barrera en las viviendas (como mosquiteros de malla fina) y medidas de protección personal contra las picaduras de jejenes y mosquitos:

En el caso de personas con mayor riesgo de picadura, como trabajadores forestales, agrícolas etc. se recomienda el uso de prendas que cubran las partes expuestas del cuerpo, así como el uso de los repelentes previamente mencionados.´

Instan a reforzar medidas de prevención

El pasado 16 de octubre la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una actualización epidemiológica sobre la enfermedad por el virus de Oropouche (OROV), destacando la importancia de reforzar las medidas de diagnóstico, manejo clínico, prevención y control vectorial en la región de las Américas.

Entre el comienzo del año y principios de octubre, se han reportado 10.275 casos confirmados de Oropouche en nueve países de la región, con Brasil registrando la mayoría de los casos (8.258, incluyendo dos defunciones). Otros países afectados incluyen Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Guyana y Perú. Además, se han registrado casos importados en Estados Unidos (90 casos) y Canadá (2 casos), relacionados con viajes a países con transmisión. También, se han notificado 30 casos importados en Europa.

Desde que se emitió la última alerta epidemiológica de la OPS el 6 de septiembre pasado, se notificaron 423 casos adicionales de Oropouche, incluso de dos países (Ecuador y Guyana) que no habían informado casos previamente.

En 2024, el virus ha sido detectado en áreas donde no se había reportado transmisión previamente. Además, se han registrado muertes asociadas a la infección, así como casos de transmisión vertical, incluyendo muertes fetales y anomalías congénitas.

La OPS ha solicitado a los Estados Miembros que notifiquen cualquier evento inusual relacionado con la enfermedad, incluyendo defunciones asociadas al OROV y casos de posible transmisión vertical, ya que esta información es crucial para mejorar la vigilancia epidemiológica.

La Organización enfatiza la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica y entomológica, e insta a la implementación de medidas de control vectorial, dado que el OROV se transmite principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis. También recomienda la promoción de prácticas de protección personal para evitar picaduras, especialmente para mujeres embarazadas y poblaciones vulnerables.

La OPS alienta a todos los Estados Miembros a seguir las orientaciones establecidas para la detección y vigilancia de Oropouche y a adoptar un enfoque proactivo en la notificación de casos y en la implementación de estrategias de control.