Los bioquímicos seguimos aguardando, por parte de la obra social de los jubilados nacionales, una definición con respecto a la adopción de algún mecanismo que compense al menos el constante aumento de la tasa de uso de varias determinaciones de la rutina clínica.
Los gastos de funcionamiento de nuestros laboratorios siguen en constante aumento sin que, en líneas generales, recibamos aranceles profesionales que, además, de permitir hacer frente a esas obligadas erogaciones, reconozcan la valía de nuestra labor y la calidad de las prestaciones que se brindan.
Dos meses atrás el Presidente de la Federación Bioquímica, Dr. Claudio Cova, denunció públicamente a través de declaraciones a la prensa, que los honorarios que percibimos se encuentran “completamente descalzados”, no sólo en lo que se refiere a los gastos del laboratorio sino también a lo respecta a una retribución profesional justa, digna y acorde a la atención que se brinda a los pacientes.
Y en esta severa problemática, entre otras graves cuestiones planteadas con los agentes financiadores del sistema sanitario solidario, se encuentra la difícil situación que se nos presenta con el progresivo incremento de la tasa de uso de numerosas prestaciones que se brindan a los afiliados del PAMI, varias de las cuales corresponden a la rutina clínica, lo que, a su vez, agrava el panorama.
Las autoridades de FABA, desde la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA); venimos bregando desde hace más de un año y medio para solucionar esta situación. Ya hemos repetido en numerosas ocasiones desde estas mismas páginas, que a comienzos del 2023 quedamos fuera de la decisión del Instituto de pasar a sus efectores sanitarios al sistema de pago por prestación y que las nuevas autoridades surgidas del cambio de gobierno, si bien prometieron hace varios meses una remediación de la situación descripta, seguimos a la espera de que ello ocurra.
No obstante, hay que recordar que el Instituto dispuso en su momento que 13 determinaciones de laboratorio cuya tasa de uso sigue en ascenso, pasaran a un sistema de tasa de incentivo toda vez que se supere el número de prestaciones mensuales previstas en el contrato vigente, algo que, en promedio, representó una suba de la cápita del 24%.
Pero no alcanza y lejos está de hacerlo.
Seguimos brindando a los beneficiarios del Instituto una atención de calidad pero a costa de tener que llevar a cabo análisis, mucho de ellos, como se dijo, de rutina, que son deficitarios.
Lo que los bioquímicos bonaerenses y de todo el país seguimos esperando es el cambio de sistema prestacional del PAMI, cuya actual conducción, como es sabido, a comienzos de año nos pidió una propuesta que fue respondida en forma inmediata y que ha puesto el acento en volver al Modelo de Retribución Continua que estuvo vigente entre 2005 y 2015, iniciativa que quedó en estudio para ser respondida “en unas semanas”, como se dijo en ese momento.
Hoy seguimos aguardando definiciones que, tal como señaláramos en la última edición de FABA Informa, esperamos que se concreten antes de que finalice el año en curso, pero en el “mientras tanto” insistimos en reclamar la adopción de medidas ya no de mitigación sino de solución concreta y efectiva que pongan punto final a la injusta situación de tener que brindar muchas prácticas que nos resultan deficitarias y cuya tasa de uso no cesa de crecer por sobre los términos acordados en el contrato con el Instituto.
Por otra parte, el PAMI sigue abonando los aumentos capitarios escalonados para completar un 12% desde agosto a diciembre para totalizar una pauta arancelaria anual del 87%, cuestión sobre la cual proseguimos reclamando una mejora adicional.