El dengue es una infección viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes. Se reportan entre 100 y 400 millones de infecciones anualmente y es más frecuente en regiones de climas tropicales y subtropicales, principalmente en zonas urbanas y suburbanas.

La mayor parte de las infecciones son asintomáticas o se presentan como cuadros leves, pero en ocasiones, sobre todo en pacientes que tuvieron previamente una infección por dengue, en caso de volver a contagiarse tienen un riesgo aumentado de presentar cuadros graves y en algunos casos letales.

Esta infección no cuenta con un tratamiento específico. El tratamiento de los casos de dengue se centra en brindar una hidratación adecuada y el medicamento usado para mitigar la fiebre y los dolores musculares o articulares es el paracetamol y claramente se debe evitar el uso de antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y la aspirina, ya que estos aumentan el riesgo de hemorragias.

Vacunas

Recientemente, se ha incorporado el uso de una nueva vacuna contra el dengue. Se trata de una vacuna a virus vivos atenuados, está aprobada para personas mayores de 4 años y se administran dos dosis subcutáneas separadas por 3 meses. Una vez realizada la aplicación, es frecuente presentar dolor en el sitio de aplicación y aproximadamente un tercio de los vacunados pueden presentar dolor de cabeza, dolores musculares y enrojecimiento en el sitio de aplicación. En un 10% de los vacunados se presentan cuadros de fiebre. No está autorizada para su uso en niños pequeños, personas embarazadas o pacientes inmunocomprometidos. Las personas que presentaron un episodio de dengue, en caso de vacunarse presentan una respuesta a la vacuna más robusta que aquellos que se vacunan sin haber tenido dengue previamente. En el caso de pacientes mayores de 60 años, se debe evaluar la indicación de la vacuna con un profesional idóneo.

“Es importante remarcar que la vacunación no reemplaza las medidas que se deben incorporar para evitar las picaduras de mosquitos. Además de estas dos medidas de prevención, es importante recordar que debemos evitar los criaderos de mosquitos en casas para prevenir la reproducción del agente transmisor. Es clave desechar latas, botellas o cualquier recipiente que no usemos y en los cuales se pueda acumular el agua”, explica el Dr. Sergio Verbanaz, Staff del Servicio de Infectología y Coordinador de Medicina del Viajero del Hospital Británico (M.N. 82.703).

Prevención

Dentro de las medidas de prevención, contamos con dos estrategias. En primer lugar, evitar las picaduras de mosquitos utilizando ropa que cubra la mayor superficie corporal posible, usar repelentes que contengan DEET en concentraciones de 15% (dura entre 30 minutos y casi 2 horas) o 25% (dura entre 3 y 6 horas) o icaridina. Por su parte, la citronela posee escasa duración una vez aplicada y es útil en niños muy pequeños. Cabe recordar que si se utiliza una pantalla solar, se debe aplicar 30 minutos previos a la aplicación del repelente. Estas medidas se deben acompañar de uso de mosquiteros en las ventanas y uso de fumigantes y vaporizadores ambientales.

“Prevenir el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos es una responsabilidad de cada uno de nosotros. Si seguimos los consejos para evitar su reproducción en nuestras casas y barrios, así como evitar las picaduras, vamos a lograr disminuir los casos considerablemente”, concluye Verbanaz.