Institucional

Revista 621

Por Dr. Agustín Bolontrade, vicepresidente de EMSA S.A.

Valores de época en la cultura y la sociedad. ¿Y en el laboratorio?

Entender algunos cambios de valores puntuales y prepararnos para actuar ante ellos nos puede ayudar a comprender mejor el laboratorio de hoy y adelantarnos al de mañana.

Podríamos definir en simples palabras los valores de época como las ideas y normas importantes para la mayoría de las personas en un tiempo y lugar determinados. Según su definición, el paso del tiempo, una de sus variables, podría llevar a un cambio continuo en los valores. Son varios los que se han ido modificando drásticamente en la sociedad en los últimos años. Algunos ejemplos conocidos por todos y de los cuales hemos sido y somos parte son la igualdad de género, la diversidad y tolerancia, la familia y las relaciones. Entender algunos valores puntuales y prepararnos para actuar ante ellos nos puede ayudar a comprender mejor el laboratorio de hoy y adelantarnos al de mañana.

Para poder afrontar el cambio de manera exitosa y eficiente, debemos prepararnos; es necesario contar con datos e información que nos permitan conocer los factores de juego para prever las tendencias del entorno y elegir las mejores estrategias.

Algunos pensadores contemporáneos como Byung-Chul Han, Gilles Lipovetsky y Zygmunt Bauman han abordado de manera crítica diversos aspectos de los valores de época en la sociedad moderna.

Ansiedad y alienación

Byung-Chul Han, un filósofo surcoreano-alemán, analiza cómo la sociedad contemporánea ha experimentado un cambio significativo en su estructura y funcionamiento en comparación con la sociedad de hace unas décadas. Han sugiere que hubo un cambio fundamental en la forma en que las personas se relacionan entre sí y con la información, principalmente surgido de la interconexión y la proliferación de la tecnología digital y las redes sociales. Mientras que en el pasado la privacidad y el anonimato eran más valorados, en la sociedad actual la transparencia y la visibilidad se han convertido en valores dominantes. Además, la presión para producir constantemente y para mantener una presencia en línea continua ha llevado a un aumento de la ansiedad y la alienación.

Consumismo

Por otro lado, Gilles Lipovetsky, un sociólogo y filósofo francés conocido por sus escritos sobre la cultura contemporánea, el individualismo y el consumismo; sostiene que el consumidor actual está cada vez más enfocado en la búsqueda de satisfacción inmediata y el disfrute de experiencias instantáneas. Se mueve en un contexto de hiperconsumo donde el mercado le ofrece constantemente, mediante operaciones de seducción, una amplia gama de opciones y productos influyendo en la forma en que las personas perciben y se relacionan con los productos y experiencias. Según este autor, el desarrollo del data marketing ha elevado a otro nivel la capacidad del marketing para conocer más a sus actuales y potenciales consumidores, aumentando la eficacia de los estímulos lanzados al mercado. Las herramientas tecnológicas actuales de recolección y procesamiento de datos han permitido acercarse a los consumidores con propuestas ultra dirigidas que se ajustan a los deseos individuales.

Modernidad líquida

Zygmunt Bauman, sociólogo y filósofo polaco-británico, analiza la sociedad moderna como "líquida", caracterizada por el consumismo desenfrenado y la búsqueda de satisfacción a corto plazo. Esta cultura se refleja en la tendencia a desechar rápidamente lo que se considera obsoleto, incluyendo productos, relaciones e ideas, promoviendo una mentalidad de desecho y una insatisfacción crónica. Según Bauman, las instituciones tradicionales, como la iglesia, han perdido su solidez y capacidad para satisfacer las necesidades de las personas, ya que la sociedad actual valora más la flexibilidad y la adaptabilidad que las estructuras y tradiciones arraigadas. La obsolescencia programada en el consumo refuerza esta cultura, afectando también las relaciones interpersonales, que se ven como desechables y reemplazables, lo que conduce a una sensación de aislamiento y soledad. Esta mentalidad de consumo insostenible y desprecio por el pasado y la historia genera irracionalidad y falta de arraigo, presionando a las personas a mantenerse al día con las últimas tendencias y modas. Bauman enfatiza que la sociedad líquida ha transformado profundamente la relación entre individuos y las instituciones tradicionales, erosionando su solidez en favor de una cultura de consumo efímero y desechable.

El laboratorio y su entorno

Sin dudas que los “valores de época” están afectando directamente al laboratorio y su entorno, y el conocimiento permite poder actuar de manera flexible y ágil, evitando la rigidez que se torna perjudicial en los procesos de transformación. De esta manera, entendiendo y comprendiendo los valores actuales, los laboratorios podrán satisfacer mejor las necesidades de los pacientes, prescriptores, financiadores y consumidores de sus servicios en general, como así también de su capital humano. Así como nuestras Instituciones y proveedores podrán satisfacer nuestras necesidades como bioquímicos consumidores de sus servicios, que no somos ajenos a esta sociedad y cambiamos junto con ella.