Denominado ‘LiverRisk’, se basa en dos factores (edad y sexo) y seis parámetros de laboratorio. Permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática, diagnosticar de forma precoz estas enfermedades e iniciar tratamientos que frenen su progresión.
La cirrosis hepática es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. La cirrosis se desarrolla después de un largo período asintomático de progresión de la fibrosis, y el diagnóstico suele ocurrir tarde, cuando se desarrollan complicaciones importantes o cáncer. Existen pocas herramientas confiables para la identificación oportuna de individuos en riesgo de cirrosis para permitir una intervención temprana. El objetivo de este estudio fue desarrollar una puntuación novedosa para identificar a las personas en riesgo de futuros resultados relacionados con el hígado.
Los investigadores del Clínic-IDIBAPS de Barcelona lideraron este estudio internacional, publicado en la revista The Lancet, en el que han diseñado un índice que permite determinar el riesgo de desarrollar cirrosis u otras enfermedades graves en el hígado en la población general. Gracias al uso de ocho variables se podrán aplicar cambios en el estilo de vida de las personas en riesgo, diagnosticar de forma precoz estas enfermedades e iniciar tratamientos que frenen su progresión.
El índice, denominado ‘LiverRisk’, se basa en dos factores (edad y sexo) y seis parámetros estándares de laboratorio, permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática y de cuál es la situación de normalidad o anormalidad del hígado de una persona, y también prever la posibilidad de aparición de complicaciones a largo plazo. Estos valores son los de glucosa, colesterol, las dos transaminasas, la enzima gamma glutamil transpeptidasa (GGT) y la tasa de plaquetas en sangre.
Los investigadores obtuvieron la puntuación LiverRisk de una cohorte prospectiva internacional de personas de seis países sin enfermedad hepática conocida de la población general, que se sometieron a una evaluación de fibrosis hepática mediante elastografía transitoria. La puntuación incluía edad, sexo y seis variables estándar de laboratorio. Crearon cuatro grupos: riesgo mínimo, riesgo bajo, riesgo medio y riesgo alto según los valores de corte seleccionados de la puntuación LiverRisk (6, 10 y 15). La precisión discriminatoria y la calibración del modelo se validaron externamente en dos cohortes prospectivas de la población general. Además, determinaron el valor pronóstico de la puntuación en la predicción de resultados relacionados con el hígado en participantes sin enfermedad hepática conocida con una mediana de seguimiento de 12 años (cohorte del Biobanco del Reino Unido).
Introduciendo los datos en la página web de ‘LiverRisk’, se realiza automáticamente un cálculo y aparece una escala de riesgo. Por debajo de 6 el riesgo es mínimo, de 6 a 10 es bajo, entre 10 y 15 intermedio y a partir de 15 es alto.
De este modo, se puede prever la posibilidad de que una persona tenga una cirrosis a largo plazo y acabe desarrollando cáncer o muriendo por la enfermedad, explicó Pere Ginés, consultor del Servicio de Hepatología del Clínic y coordinador del estudio.
El estudio se ha realizado en el marco del proyecto Europeo LiverScreen coordinado por el Dr. Pere Ginès, consultor del Servicio de Hepatología del Clínic y jefe del grupo Enfermedades hepáticas crónicas: mecanismos moleculares y consecuencias clínicas del IDIBAPS, jefe de grupo del CIBEREHD y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona.
La cirrosis es una de las principales causas de mortalidad en el mundo y puede causar carcinoma hepatocelular, el tipo más frecuente de cáncer de hígado, y las dos enfermedades juntas son responsables de la muerte de dos millones de personas cada año en el mundo.
La cirrosis es produce por la acumulación la hepatitis C ha disminuido gracias a los nuevos tratamientos, está creciendo mucho su prevalencia a causa de la enfermedad por hígado graso de tipo metabólico, debida a las epidemias de diabetes tipos 2 y obesidad.
Los seis parámetros de laboratorio que participan del índice son: glucosa, dos transaminasas, colesterol,Gama glutamil transpeptidasa y recuento de plaquetas
“Es una enfermedad que se desarrolla muy lentamente y no produce síntomas, de forma que muy a menudo cuando se diagnostica está en una fase muy avanzada y en la que las posibilidades de tratamiento son muy limitadas”, explica Pere Ginès. “Poder identificar de forma temprana qué personas están en riesgo de tener una fibrosis progresiva en el hígado permitiría poder aplicar cambios en el estilo de vida de las personas o realizar tratamientos para prevenir el desarrollo de la cirrosis”, añade.
Hasta ahora, las técnicas no invasivas o las calculadoras de riesgo basadas en analíticas tenían ciertas limitaciones. Había una necesidad médica no cubierta para disponer de herramientas sencillas basadas en variables clínicas o de laboratorio para identificar a las personas en riesgo de fibrosis hepática.
Dr. Pere Ginès, catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona y coordinador del estudio
El estudio publicado en The Lancet, realizado en el marco de un consorcio internacional, primero se centró en el desarrollo de un índice de riesgo. Para hacerlo los investigadores se basaron en los datos de 6.400 personas sin enfermedad hepática conocida, pero que después de una prueba de elastografia hepática, que permite determinar la rigidez del hígado, se vio que algunas de ellas tenían fibrosis hepática. Este índice de riesgo después se validó en un grupo de 8.369 personas de la población general y su valor pronóstico se determinó en una cohorte de más de 416.000 participantes sin enfermedad hepática y con un seguimiento de 12 años.
El índice, denominado ©LiverRisk, está basado en 8 variables: edad, género y seis variables estándares de laboratorio que se pueden determinar en cualquier laboratorio del mundo. Permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática y de cuál es la situación de normalidad o de anormalidad del hígado de una persona y también prever la posibilidad de aparición de complicaciones a largo plazo. “De este modo se puede prever la posibilidad que una persona tenga una cirrosis a largo plazo y acabe desarrollando cáncer o muriendo por la enfermedad”, apunta el Dr. Ginès.
“La aplicabilidad es parecida a la de los factores de riesgo cardiovascular que existen desde hace muchos años y que predicen si una persona tiene un riesgo de tener un infarto de miocardio”, señala el Dr. Ginès.
“En este caso sería parecido, pero determinando el riesgo de una enfermedad hepática grave. Y esto es importante porque podrá tener aplicabilidad en cuanto a diagnosticar de manera precoz estas enfermedades y hacer un tratamiento antes de que los pacientes desarrollen una cirrosis y por tanto, la aplicabilidad es muy importante en una área en la que hasta ahora no había ninguna posibilidad de diagnóstico precoz”, concluye.
Miquel Serra-Burriel, PhD Adrià Juanola, MD Feliu Serra-Burriel, PhD Prof Maja Thiele, MD Prof Isabel Graupera, MD Elisa Pose, MD et al. Development, validation, and prognostic evaluation of a risk score for long-term liver-related outcomes in the general population: a multicohort study. The Lancet. DOI:https://doi.org/10.1016/S0140- 6736(23)01174-1