Se había pactado, antes de la devaluación, una mejora arancelaria escalonada que llegaba al 85% a octubre.
Luego de conocida el 14 de agosto la devaluación de la moneda argentina y el subsiguiente incremento de los insumos de laboratorio, la Federación Bioquímica cursó a todas las obras sociales, a las prepagas médicas y al IOMA y el PAMI una nota firmada por su Presidente, Dr. Claudio Cova, reclamando un aumento arancelario extra del 30% para compensar el desfasaje producido.
Esa nota textualmente expresó: “Me dirijo a Uds. en mi carácter de Presidente de la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires (FABA), con el objeto de comunicar las medidas adoptadas (necesariamente adoptadas) a tenor de las dificultades formales que atraviesa la actividad profesional debido al particular y convulsionado momento por el que nos encontramos atravesando”.
“En efecto, como es de público conocimiento, frente a las disposiciones cambiarias adoptadas por el PEN en relación al tipo de cambio formal, los laboratorios nucleados bajo esta entidad profesional (que incluye a la totalidad de los prestadores habilitados en la jurisdicción) hemos recibido desde el día lunes 14 de agosto, listas de insumos para el desarrollo de la actividad profesional con aumentos de, al menos, un 30 % de incremento a los de la semana anterior”. “Si bien entendemos que no es este el momento para explayarnos –ni debatir- sobre los cada vez más acotados márgenes de rentabilidad de la actividad (cercenados por las diferencias cuantitativas entre los índices de IPC y los de actualización arancelaria dispuestos por la Subsecretaría de Salud) ni para formular planteos de recomposición de la ecuación económica de la actividad, lo cierto es que los incrementos indicados han comprometido seriamente el desarrollo de la actividad, la subsistencia profesional y, por ende, la adecuada atención de vuestros afiliados”. “Por lo arriba expuesto solicitamos un incremento extra del 30% sobre los valores convenidos a aplicar a partir del 1 de agosto de 2023”. “Tomaremos como tiempo de espera máxima de sus respuestas el día miércoles 30 del corriente mes, en el transcurso de dicho tiempo también evaluaremos otros pedidos de acuerdo a lo que la realidad económica vaya exigiendo”.
Tras la requisitoria periodística nacida a partir del fuerte reclamo de FABA, el Dr. Cova manifestó ante distintos medios de prensa que “no queremos que en la provincia de Buenos Aires ocurra lo que ya pasó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde ya hubo cierre de laboratorios con extensa trayectoria y eran de gran magnitud en cuanto a cantidad de prestaciones y personal que trabajaba en esos lugares”.
“Este mes algunos productos que utilizamos en el laboratorio aumentaron un 40 por ciento. En este momento no tenemos limitaciones de entrega, pero hay laboratorios que se quedan sin stock porque hay empresas que previendo otra devaluación, retacean la entrega de insumos; estamos recibiendo listas de precios dolarizadas y hay complicaciones con la aparatología y los repuestos porque se deben vender al dólar oficial; todo produce una inestabilidad e incertidumbre que nos está afectando”, destacó Cova.