El 7 de septiembre de este año falleció Ana María Martínez Tamayo quien fuera Bibliotecaria miembro del personal de la inicialmente denominada Biblioteca FABA.
Ingresó a la institución bioquímica en febrero de 1976 y permaneció hasta fines de 2008, cuando después de 32 años de actividad, decidió acogerse a los beneficios jubilatorios.
Ana María perteneció al grupo de los ahora denominado migrantes, ya que desde su Cuba natal partió a México hasta que en los años 70 vino con su familia para radicarse en nuestro país. Con una firme voluntad revalidó su título secundario e inició su carrera universitaria cuando ya estaba incorporada a FABA.
Obtuvo los títulos de Licenciada en Bibliotecología y Documentación y de Especialista en Tecnología Informática aplicada a la Educación. Facultad de Informática, ambos en la Universidad Nacional de La Plata. Fue Profesora Titular full time de las Cátedras de Clasificación I y Clasificación II del Departamento de Bibliotecología de Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FAHCE, UNLP) y Docente Investigadora categoría III del Programa de Incentivos del ME. Como docente universitario desde 1988 en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP), pasó por todos los estamentos docentes y como investigadora, sus áreas de interés se centraron en Bibliotecas e información biomédica e Indización y clasificación de información en bibliotecas y bases de datos bibliográficos. Fue integrante de jurados de concursos y referee de revistas especializadas en bibliotecología y participó en otras actividades de la vida universitaria. Escribió libros y capítulos de libros, y publicó numerosos trabajos de investigación en revistas especializadas como así mismo trabajos de difusión. Contribuyó en la formación de recursos humanos tanto de becarios como de tesinistas de FAHCE y también de numerosas personas que trabajaron a su cargo en la Biblioteca de FABA.
"Ana María con su calidez, amabilidad y generosidad se convirtió en una excelente y querida profesora que con gracia e innovación, siempre hizo del aprender un verdadero placer"
Los méritos logrados e hitos en su trayectoria ponen en evidencia su determinación siempre ejemplar para las posteriores generaciones de que los resultados se construyen en base a la cultura del trabajo.
Desde el punto de vista personal fue de una rectitud y de un compromiso para con su familia, sus amistades y sus compañeros de trabajo que acrecientan su figura. Así será siempre recordada.
Se suma a este homenaje Pamela De Francesco, Bibliotecaria documentalista miembro del SACT, quien fuera alumna de Ana Maria Martínez Tamayo en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, quien expresa:
“Ana María con su calidez, amabilidad y generosidad se convirtió en una excelente y querida profesora que con gracia e innovación, siempre hizo del aprender un verdadero placer. Fue una fuente constante de inspiración tanto para sus alumnos como colegas, motivando y alentando para alcanzar siempre las metas más altas. En este homenaje, solo podemos expresar nuestra más profunda gratitud por su impronta en la formación de tantos estudiantes, por el apoyo y por el valioso aporte constante a nuestra profesión, su influencia positiva nos acompañará siempre. Gracias, Ana María, por haber sido una maestra excepcional y dejar una huella imborrable en nuestras vidas.”