Una investigación de científicas españolas abre la puerta a la detección precoz del cáncer de mama mediante el análisis de la leche materna.
Por Ana M. Pertierra
Un estudio detecta, por primera vez, ADN tumoral en leche materna de pacientes con un cáncer de mama y propone la biopsia líquida de este fluido como una herramienta para el diagnóstico temprano de esta enfermedad. Sin embargo, todavía se necesitarán futuros estudios prospectivos con un número mayor de casos para confirmar la utilidad del uso de la biopsia líquida en muestras de leche materna para la detección precoz de cáncer de mama en el postparto.
El estudio hecho en una quincena de pacientes y publicado como Comunicación breve en la revista Cancer Discovery (https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-22-1340), la oncóloga Cristina Saura y su equipo del Vall d’Hebron Institut d’Oncologia (VHIO) de Barcelona constató la presencia de fragmentos del ADN del tumor en la leche materna. La investigación abre la puerta a emplear el análisis de este fluido como una herramienta para diagnosticar el cáncer de mama de forma temprana en el posparto.
Ana Vivancos, Cristina Saura y Carolina Ortiz (de izquierda a derecha), investigadoras del VHIO de Barcelona
La técnica de la biopsia líquida ha sacudido la investigación contra el cáncer. Este abordaje diagnóstico consiste en buscar en los fluidos del organismo, especialmente en la sangre, señales o huellas de un tumor antes de que dé la cara, como los trozos de ADN que liberan las células cancerosas al torrente sanguíneo. De esta forma, con un tipo de análisis de sangre (mucho menos invasivo que una biopsia tradicional) se puede detectar la presencia de tumores aún invisibles. Ya se ha probado la biopsia líquida de sangre para cáncer de colon o mama, pero también la de líquido cefalorraquídeo en tumores cerebrales, la de orina en neoplasias de vejiga o la de saliva en cáncer oral. La leche materna es el nuevo fluido corporal en contacto próximo con un tumor que muestra ahora su potencial en el diagnóstico precoz de la enfermedad en una etapa especialmente compleja, como es el posparto.
FABAinforma se comunicó con la Dra. Cristina Saura, oncóloga e investigadora del Instituto de Oncología Vall d´Hebron de Barcelona, España, quien explicó los detalles y conclusiones de este trabajo inédito.
Sí, en este estudio hemos demostrado por primera vez que la leche materna obtenida de pacientes con cáncer de mama contiene ADN tumoral circulante suficiente para detectarlo a través de biopsia líquida.
Analizamos las muestras de leche materna y sangre de 15 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. En 13 de ellas se detectó ADNct en la leche materna y sólo en una de ellas en la sangre, por lo que el ADN circulante tumoral por proximidad llega antes a la leche materna que al torrente sanguíneo. Las muestras de las dos mujeres en las que no se halló ADNct en leche materna eran muestras de calostro, la leche de los primeros días, por lo que nuestra hipótesis es que el ADN requiere de unos días para liberarse y que sea detectable en leche materna. Así que decidimos a partir de esta observación tomar la primera muestra en las mujeres incluidas en el proyecto a partir de entonces al mes de haber dado a luz.
Por otro lado, hemos analizado la leche materna y la sangre de 12 mujeres sanas sin factores de riesgo y con al menos 12 meses de seguimiento, y en ninguna de ellas hemos detectado ADNct ni han desarrollado cáncer de mama en el seguimiento realizado hasta el momento.
El siguiente paso para confirmar la utilidad del uso de leche materna como una nueva herramienta de biopsia líquida para la detección precoz de cáncer de mama en el postparto es realizar esta prueba no invasiva a miles de mujeres. Tenemos previsto realizar un estudio con el objetivo de recoger muestras de leche materna de 5000 mujeres sanas a nivel mundial que se hayan quedado embarazadas con 40 años o más, o de cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama.
Los diagnósticos de cáncer de mama durante el embarazo y el postparto representan el 55% de los tumores de mama en mujeres de menos de 45 años, considerando como definición del postparto la aceptada por la comunidad científica actualmente y que es de 10 años tras el parto.
Hemos observado que las pacientes con cáncer de mama que se diagnostican durante el embarazo o, especialmente, durante el postparto tienen peor pronóstico porque se diagnostican en ocasiones en estadios más avanzados de la enfermedad. Los cambios fisiológicos que ocurren en la mama durante el embarazo y el postparto hacen que los tumores sean más difíciles de detectar; también hemos observado que biológicamente los tumores en el postparto son más agresivos y las mujeres se quedan embarazadas en edades en las que aún no se hace cribado poblacional con mamografía. En España, por ejemplo, no se empiezan estas revisiones hasta los 50 años.
En base a datos públicos, diseñamos el panel de genes VHIO-YWBC que recoge las mutaciones más frecuentes presentes en mujeres con cáncer de mama diagnosticado antes de los 45 años. El panel tiene una sensibilidad de más del 70% (71.4%). Es decir que, de las muestras de nuestras pacientes analizadas con este panel, se hubieran detectado 7 de 10 casos con una especificidad del 100%. La biopsia líquida se realizó con las técnicas Next Generation Sequencing (NGS). En el manuscrito se reportan también resultados de los experimentos realizados mediante Droplet Digital PCR (ddPCR).
En el caso que dio inicio al estudio, la paciente diagnosticada de cáncer de mama por imagen durante su tercer embarazo tenía guardada en el congelador leche materna del periodo de lactancia de su segunda hija. Esa muestra de leche había sido recogida 18 meses antes del diagnóstico ya era portadora de ADNct del tumor del que había sido diagnosticada posteriormente. En una segunda paciente incluida en el estudio, la leche materna era positiva para ADNct 6 meses antes del diagnóstico, pero para poder responder a esta pregunta con más contundencia necesitamos acumular experiencia en más mujeres como tenemos previsto realizar en el estudio prospectivo antes mencionado.
Sería crucial sobre todo más que para la prevención, para el diagnóstico precoz. Si somos capaces de validar este resultado en el estudio prospectivo planteado, podríamos plantear un screening poblacional en mujeres que acaban de dar a luz con una prueba sencilla y no invasiva capaz de detectar el cáncer de mama en estadios muy tempranos. Sería como la prueba del talón que se realiza a todos los recién nacidos para descartar metabolopatías.
Estamos hablando de una población muy determinada en un período vital concreto: Tras dar a luz y en periodo de lactancia. Además, en unas condiciones fisiológicas que pueden confundir en las pruebas de imagen por lo que es necesario buscar otras herramientas complementarias que nos ayuden a detectar de forma precoz el cáncer en esta población específica. Para dar respuesta a estas preguntas necesitamos los resultados del estudio prospectivo que tenemos previsto realizar y del que aún no disponemos de resultados.
Fuera de esta población, las mamografías son una excelente herramienta de detección precoz de cáncer de mama que en España se realiza a partir de los 50 años y con frecuencia bianual.
El test que utilizamos en leche materna en el estudio es aún una herramienta de investigación en desarrollo y por lo tanto no tiene aún un coste definido.