Institucional

Revista 613

Tratativas con prepagas

Las actualizaciones arancelarias que las empresas de medicina prepaga vienen teniendo para con la totalidad de sus prestadores, como se sabe, se aleja cada día más de los valores mínimos aceptables, pero en el caso de los bioquímicos, a partir de la disparada de los gastos de laboratorio, la situación se torna verdaderamente insostenible.

Los costos de la gran mayoría de las determinaciones de laboratorio se encuentran muy por encima de las posibilidades de financiamiento de estas compañías, y de esa forma, el sistema se complejiza sin que la salida se encuentre a la vista, al menos por ahora.

Con algunas empresas en particular, la situación se ha tornado sumamente difícil, como en el caso de Galeno, a la que la Federación Bioquímica se encuentra reclamando una actualización arancelaria acorde a las necesidades de los profesionales del laboratorio, por lo que no descartamos que, en el caso de no encontrarse una pronta solución, debamos proceder a cobrar algún adicional a los afiliados de esta compañía.

También hay que decir que durante los primeros días de noviembre se procederá a llevar adelante un reclamo del mismo tenor ante la prepaga Swiss Medical.

Mientras tanto, y en lo que atañe a las obras sociales sindicales y otros financiadores del sistema sanitario, la Federación Bioquímica prosigue llevando adelante tratativas con el objeto de lograr mejoras arancelarias, cancelaciones de deudas y acortamiento de los plazos de pago, entre otras cuestiones.

Continuamente se arriban a acuerdos con algunas de las mutuales con las que todavía no se habían cerrado tratos, mientras que con otras se prosiguen las negociaciones.

Crisis del sector salud

El desfinanciamiento del sector salud en el marco de la seguridad social sigue en franco deterioro. Hay indicadores claves que señalan, por ejemplo, que en amplias zonas del país no menos del 40% de quienes se atienden en hospitales públicos son afiliados a obras sociales; o que tras la pandemia, hay 800.000 trabajadores que dejaron de pertenecer a diversas mutuales por no haber recuperado sus trabajos “en blanco”, mientras la informalidad laboral también conspiran para agravar la situación de la financiación del sistema por falta de aportes.

Pero esos datos no alcanzan para explicar cabalmente la profundidad de la crisis del sector.

Recientemente, durante un encuentro realizado entre distintos actores del sistema de salud argentino, uno de los más reconocidos sanitaristas del país como el Dr. Rubén Torres, presidente del Instituto de Política, Economía y Gestión en Salud (Ipegsa) y exrector de la Universidad Isalud, sostuvoi que “en salud, no hay brecha: todas las partes están de acuerdo con el diagnóstico de situación del sistema y, aparentemente, todas coinciden con los mecanismos de solución. Si esto es así, ¿por qué, entonces, no se produce la reforma?”.

“Existen intereses tan importantes en cada actor del sistema que eso hace difícil en una mesa de concertación deponer esos intereses. En la Argentina, quienes manejaron la salud son las personas que la política privilegió. Son los que revuelven el estofado y no los que la destapan la olla”, añadió Torres.

Ante la requisitoria periodística sobre cuál es su esperanza de que el sector salud nacional experimente mejorías, el Dr. Torres manifestó que “sin duda, las reformas en salud son escalables porque son evoluciones. Hoy, la situación es tan grave que más allá de que toda reforma llevará tiempo, hay que hacer cambios inmediatos, como en los recursos humanos y el financiamiento del sistema”.