Interes General

Revista 613

20 de octubre: Día mundial de la Osteoporosis

El laboratorio en la evaluación de la remodelación ósea

Mediante la medición de marcadores bioquímicos de formación y resorción ósea que se realizan en muestras de sangre y orina.

Por Ana M. Pertierra

Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra cada 20 de octubre, los expertos recuerdan que la osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas. De acuerdo con los expertos, para prevenir esta patología es necesaria una alimentación equilibrada rica en calcio y vitamina D.

Si bien el diagnóstico de la osteoporosis se realiza por medio una densitometría ósea, una prueba por imágenes que determina la densidad mineral ósea del calcio y otros minerales en el hueso, el laboratorio bioquímico juega un rol importante en la medición del nivel de remodelamiento óseo a través de la medición de los marcadores bioquímicos de formación y de resorción ósea.

Dra. Susana Zeni, Investigadora Principal del CONICET en el Laboratorio de Osteopatías Metabólicas. FFyB – UBA.

FABAinforma se comunicó con la Prof. Dra. Susana Zeni, Investigadora Principal del CONICET en el Laboratorio de Osteopatías Metabólicas. INIGEM de la FFyB Hospital de Clinicas –UBA, ex-Presidente de la Asociación Argentina de Osteología y Metabolismo Mineral y docente del PROECO de FBA, quien explicó que “la resorción de hueso envejecido es más rápida que la formación de nuevo hueso, por lo cual todo aumento en el remodelamiento óseo llevará a pérdida de masa ósea. Reconocer un remodelamiento aumentado es indicativo de iniciar tratamientos preventivos que eviten el desarrollo de osteopenia u osteoporosis”.

Los huesos de la mayoría de las personas se vuelven más delgados a medida que envejecen. Si se vuelven más delgados de lo normal, esto se conoce como osteopenia. La osteopenia aumenta el riesgo de una afección más seria llamada osteoporosis. La osteoporosis suele afectar a las personas mayores y es más común en las mujeres de más de 65 años. Las personas con osteoporosis tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas, especialmente en las caderas, la columna vertebral y las muñecas.

Consultada acerca de los marcadores bioquímicos más pedidos, Zeni sostuvo que “es común solicitar uno de resorción y uno de formación. Los comúnmente solicitados son: de resorción el CTX (Crosslaps) en sangre o la deoxipiridinolina en orina; y de formación el P1NP (propéptido del colágeno tipo 1 aminoterminal) o la fosfatasa alcalina ósea (FAO), ambos en suero. La osteocalcina solo se utiliza en niños durante el crecimiento o en sujetos tratados con glucocorticoides”.

En la actualidad, la mayoría de los laboratorios cuentan con equipamientos automatizados que pueden evaluar el CTX y el P1NP en la misma muestra sérica. La Fosfatasa alcalina total, es una determinación habitual de laboratorio mientras que la FAO se determina habitualmente por medio de un ELISA común.

Respecto de cuál de los marcadores sería el más adecuado, eso dependerá del tipo de patología que presente el paciente osteoporótico. “En la enfermedad de Paget donde el remodelamiento se encuentra muy alterado, no es necesario utilizar marcadores muy sofisticados, con una simple fosfatasa alcalina es suficiente para evaluar la recidiva o el tratamiento; en sujetos con enfermedad renal con un clearence de creatinina menor a 40 mL/min no es recomendable utilizar aquellos marcadores que se eliminan por orina como el CTX y si se padece una enfermedad hepática no es recomendable el P1NP ni la FAO”, explica Zeni. Y–añade– en el caso de seguimiento de pacientes con osteoporosis, dependerá del tipo tratamiento que reciba el paciente. A modo de ejemplo si es catabólico el CTX sería el mas adecuado mientras que si fuera anabólico, el más adecuado sería el P1NP.

Nuevos marcadores en estudio

Según la especialista, las guías internacionales recomiendan como los marcadores bioquímicos más sensibles y específicos CTX y el P1NP. Sin embargo –agrega– se encuentran en evaluación nuevos marcadores que no son de remodelamiento óseo, no evalúan la actividad de las células óseas, sino que evalúan la interconexión entre las células óseas en el microambiente óseo. Estos biomarcadores óseos, en general, son citoquinas que pasan a circulación donde pueden evaluarse bioquímicamente. Entre los más recientemente se encuentran los microARN específicos de hueso cuyo estudio como nuevos biomarcadores óseos se encuentra en las primeras etapas de evaluación.

Prevención

Para los especialistas es crucial prevenir la osteoporosis disminuyendo los factores de riesgo. “El principal factor de riesgo para el desarrollo de osteoporosis es no alcanzar el pico de masa ósea óptimo al final del período de crecimiento”, sostuvo Zeni. Y –añade– este pico fundamentalmente está determinado por la genética del individuo y constituye el capital con que contará un individuo para hacer frente al descenso de la masa ósea que ocurre normalmente en la edad adulta.

Además de la genética, la especialista destaca el rol fundamental que juega la nutrición, ya que puede hacer variar la masa ósea en un 10%. Si bien los nutrientes esenciales para lograr una masa ósea óptima son el calcio y la vitamina D, también es importante un adecuado aporte calórico-proteico y una masa muscular adecuada, de allí la importancia de la actividad física en la salud ósea. “La sarcopenia (pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos en los adultos mayores) es uno de los factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis”, apuntó la investigadora.

Una patología silenciosa

La osteoporosis es una patología silenciosa con gran impacto en la salud pública. El riesgo aumentado de fracturas osteoporóticas tiene consecuencias notables. “La tasa de mortalidad que sigue a la intervención quirúrgica por una fractura de cadera es de un 20% más alta dentro del primer año de la cirugía; además, el 10% de las mujeres que la padecen se hacen dependientes, aproximadamente el 20% requiere cuidados domiciliarios y menos del 50% retornan a sus actividades habituales. Finalmente, los costos en salud pública de la OP son altísimos”, concluyó Zeni.