Al igual que el hombre, la mujer se ve expuesta a los llamados factores de riesgo tradicionales como la hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, obesidad, sedentarismo y tabaquismo. Sin embargo, hay una inequidad de género en su abordaje y tratamiento.
Diferentes instituciones científicas están proponiendo un abordaje de esta temática. En nuestro país la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología han presentado proyectos de ley para que se declare un Día Nacional de Concientización de la Enfermedad Cardiovascular en la Mujer.
En Argentina, 1 de cada 3 mujeres muere por enfermedad cardiovascular y, a pesar de los esfuerzos por generar conciencia sobre esta realidad, existe una percepción errónea y subestimación del riesgo de la mujer por la propia mujer, por la comunidad general y por los profesionales de la salud.
Según los especialistas, la evidencia indica que la tasa de mortalidad y el pronóstico son peores en las mujeres: las mujeres suelen experimentar más dificultades al momento de acceder a la atención sanitaria y disparidades respecto del tratamiento que reciben. Incluso –agregan– generalmente están subrepresentadas en la mayoría de los ensayos clínicos y en todos los aspectos de la investigación, desde el laboratorio hasta las investigaciones de población, y esto ha impactado negativamente en la implementación de medidas efectivas en las políticas de salud. Esa falta de representación femenina en los estudios ha llevado a posicionar los datos pertenecientes a los hombres como el estándar de oro.
Un tema de creciente interésPor Dr. Ricardo López Santi, médico cardiólogo La enfermedad cardiovascular en la mujer es un tema de interés creciente en las últimas dos décadas por diferentes razones. Sin dudas las mas importantes se relacionan con aspectos sanitarios determinados por diferentes factores a saber:
Esta inequidad de género tiene entonces como corolario final más muertes y discapacidades que podrían ser prevenidas y evitadas. En torno a esta temática de gran actualidad las instituciones científicas, en un campo que fue liderado por la American Heart Association, han puesto en marcha la creación de grupos de trabajo abocados a la investigación, educación médica y a la concientización de la comunidad respecto de los aspectos mas relevantes de estas patologías. Especialmente en el campo de la investigación clínica, los grandes estudios sobre nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas han incorporado de manera constante menor número de mujeres, por lo que la evidencia en ellas suele ser menor. El color rojo se ha transformado en un emblema de las campañas realizadas, las que sin dudas cada vez son mas numerosas logrando centrar la atención en esta problemática. A pesar de los esfuerzos por la equidad, las estadísticas siguen siendo adversas, lo que obliga a redoblar esfuerzos. Queda aún mucho camino por recorrer. |