Al cierre del FABA Informa crecía en la Federación Bioquímica la expectativa sobre una definición de un incremento arancelario prometido para diciembre por las autoridades del Instituto de Obra Médico Asistencial.

Si bien se han manejado extraoficialmente porcentajes de esa mejora, lo prudente es aguardar la oficialización de la disposición correspondiente.

En nuestra edición de noviembre habíamos señalado que se estaba a la espera de que el gobierno provincial llevara adelante en diciembre negociaciones paritarias con los distintos gremios estatales, para recién entonces definir el porcentaje de incremento para todos los prestadores de salud del Instituto.

Como es sabido, finalmente la paritaria estatal bonaerense se pasó para enero, no obstante lo cual, la Federación Bioquímica reclamó igualmente una recomposición arancelaria dados los fuertes incrementos de los insumos para los laboratorios de análisis clínicos, y los aumentos salariales que se deben abonar a los empleados de nuestros laboratorios.

De ese modo, se realizó un encuentro entre autoridades de FABA y del Instituto, durante la cual, estas últimas, se comprometieron a disponer una suba arancelaria para la última parte de 2023.

Lo concreto y efectivo es que a fines de diciembre se seguía trabajando con una pauta arancelaria 2023 del 85%, y existe la premura de que el Instituto oficialice con urgencia el mencionado incremento porque cuanto más tiempo pase para ello, más se va a demorar el poder facturarlo.

Pero por otra parte, se debe indicar que al margen de las paritarias y de toda otra cuestión ajena a los profesionales del laboratorio, las autoridades de la Federación Bioquímica han reclamado ante las del IOMA que, más allá del incremento arancelario para el último tramo de 2023, resulta más que imperioso discutir otro aumento de nuestras remuneraciones en mérito a la enorme trepada de los gastos de los insumos que utilizamos a diario.

Ante ello, la conducción del Instituto señaló que el gobierno provincial está evaluando los recortes de ingresos que sufrirá el Estado bonaerense por disposición del presidente Javier Milei y que, en función de ese ajuste, se evaluarán los recursos para el IOMA.

Si bien los prestadores de salud del IOMA entendemos la dificultad del momento, no podemos dejar de enfrentar a la realidad que se vive en nuestros laboratorios y a los crecientes gastos que se deben observar para mantener las prestaciones bioquímicas como hasta ahora.

En otras palabras, la realidad de nuestros laboratorios demanda un importante incremento del financiamiento, mientras que las autoridades del Instituto, por indicación del gobernador Kicillof, ya han manifestado su intención de que sus afiliados no deban abonar suma extra alguna y por eso comenzó a aplicar una recomposición progresiva de los valores de los bonos de los coseguros.

Entonces, y de todos modos, la necesidad de inyectar fondos a la financiación del sistema de salud del Instituto, especialmente a los bioquímicos entre otros, cada vez se torna más apremiante y, por ahora, con resultado incierto.