Institucional

Revista 633

Obras sociales, prepagas y solución con el IOSFA

Las negociaciones arancelarias y de otros tópicos contractuales que de forma continuada lleva a cabo la Federación Bioquímica con las obras sociales sindicales y con las empresas de medicina prepaga, durante junio se mantuvieron con las mismas características que se vienen registrando durante los últimos meses.

Con las prepagas se sostuvieron acuerdos arancelarios aplicándose a nuestras retribuciones los mismos porcentajes con los que se aumentaron las cuotas de los afiliados de las distintas compañías del sector.

Con las obras sociales gremiales se acordaron mejoras de acuerdo a las posibilidades de cada sector según los resultados de las respectivas negociaciones paritarias, registrándose casos en los que las mutuales reconocen valores a cuenta de futuros aumentos.

Un dato sumamente positivo, sin duda, ha sido en junio el de haber sido normalizada la situación contractual con el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA), mutual de más de medio millón de afiliados, a la que, como se sabe, el 26 de mayo último y en virtud de la enorme deuda y la interrupción de pagos, la Federación Bioquímica se vio forzada a decidir un corte de cuenta corriente.

En ese momento y tal como diéramos cuenta en la anterior edición de FABA Informa, dispusimos que los beneficiarios de IOSFA fuesen atendidos bajo el régimen de reintegros, pero con los mismos aranceles pactados en el convenio con la obra social castrense.

Una semana después de haber tomado la Federación Bioquímica esa decisión, se llegó a un acuerdo con la mutual, por lo que se restituyó el servicio.

No obstante, no se puede soslayar lo coincidentemente señalado por la totalidad de los medios periodísticos nacionales que dieron cuenta que el 9 de junio y tras una corta gestión de siete meses, finalmente presentó su renuncia el presidente de IOSFA, contador Roberto Fiochi.

Los mismos medios dieron cuenta de que la deuda de esa obra social asciende a 160.000 millones de pesos, aunque una semana después de la renuncia de Fiochi, el ministro de Defensa, Luis Petri, admitiera una deuda de 20.000 millones de pesos, al exponer ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados de la Nación.

Renunció el titular de la Superintendencia de Servicios de Salud

En otro orden, el sábado 28 de junio y mediante sus redes sociales, Gabriel Oriolo, por “motivos personales”, anunció su dimisión al cargo de titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), renuncia que previamente había sido conversada con el Dr. Mario Lugones, Ministro de Salud de la Nación, quien a su vez, también por redes sociales, agradeció la gestión cumplida por el funcionario dimitente y anunció que éste será reemplazado por Claudio Stivelman, que venía desempeñándose como gerente general de la Superintendencia.

En tanto, el gerente de subsidios por reintegro del organismo sanitario, Juan José Picón, será quien se haga cargo del cargo que Stivelman deja para asumir la titularidad de la SSS.

“Me voy con la tranquilidad de haber cumplido el objetivo central que nos propusimos desde el primer día: recuperar el rol fiscalizador de la Superintendencia, un rol que en los últimos años no se cumplió. La salud en la Argentina arrastra una crisis estructural de décadas y eso exige reordenar el sistema con transformaciones profundas como las que está llevando adelante el Gobierno Nacional“, expresó Oriolo en su cuenta de X (ex Twitter).

Oriolo también expresó en su posteo que al frente de la Superintendencia motorizó “reformas históricas tanto en la seguridad social como en la medicina privada. Terminamos con la famosa triangulación que era un negocio legal de décadas a costa de los beneficiarios, redujimos drásticamente los tiempos de respuesta a los reclamos, reformamos el régimen de sanciones a los agentes que no cumplen, hicimos públicos los valores de los planes para facilitar la libertad de elegir, achicamos la estructura política del organismo, mejoramos la trazabilidad, promovimos compras conjuntas que generaron ahorros millonarios y desregulamos un sistema que atentaba contra la competencia y beneficiaba a unos pocos, solo por nombrar algunas”.