Calprotectina sérica: un marcador de enfermedades autoinmunes


Una proteína soluble secretada por monocitos y neutrófilos activados a la circulación, que participa en procesos inflamatorios y en la inhibición del crecimiento microbiano


Una reciente revisión destaca el rol de la calprotectina (CLP) en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades (1). La CLP es una proteína soluble secretada por monocitos y neutrófilos activados a la circulación y participa en procesos inflamatorios y/o inhibición del crecimiento microbiano. La CLP es un heterodímero que pertenece a una proteína fijadora de calcio de la familia S100 y está compuesto por dos proteínas denominadas S100A8 y S100A9. La CLP fecal (fCLP) es un marcador específico de las enfermedades gastrointestinales, mientras que la CLP sérica (sCLP) es un marcador de las enfermedades autoinmunes.


  • Se detectan niveles elevados de sCLP en enfermedades autoinmune como la artritis reumatoidea

La CLP participa en funciones tanto intracelulares como extracelulares. De hecho, el complejo S100A8/S100A9 regula las vías intracelulares de las células inmunitarias y modula la respuesta inflamatoria. Permite el reclutamiento de leucocitos mediante quimiotaxis leucocitaria e infiltración tisular. La función extracelular está mediada por la unión a receptores de productos finales de glicación avanzada y al receptor tipo Toll 4 (TLR4), que es el principal receptor de la CLP.


Autoanticuerpos como biomarcadores


La aparición y el desarrollo de las enfermedades autoinmunes son consecuencias de las interacciones entre factores genéticos y ambientales, que resultan en una desregulación del sistema inmunológico, caracterizado por la aparición de autoanticuerpos y células T autorreactivas. En base a esto, los autoanticuerpos circulantes representan biomarcadores útiles de enfermedades autoinmunes. Estos autoanticuerpos proporcionan información de diagnóstico y pronóstico crucial para el tratamiento de estas enfermedades. En entornos particulares, los autoanticuerpos no son necesariamente específicos de la enfermedad. De hecho, se ha observado que determinados autoanticuerpos también pueden aparecer en la sangre de individuos sanos o en algunas situaciones fisiopatológicas particulares, como infecciones, en la fase preclínica de la enfermedad autoinmune o por la administración de fármacos. Numerosos estudios han demostrado que la presencia de autoanticuerpos precede al inicio clínico de la enfermedad autoinmune y, por lo tanto, podría ser una posible herramienta para la detección o el diagnóstico temprano de la misma. Las enfermedades autoinmunes incluyen un amplio espectro de entidades clínicamente distintas que comparten una etiología común: una respuesta inmune autodirigida y equivocada.


Calprotectina sérica


Los niveles de sCLP podrían ser una buena alternativa a las proteínas de fase aguda como biomarcadores en la enfermedad autoinmune. De hecho, se detectan niveles elevados de sCLP tanto en la enfermedad autoinmune sistémica, como la artritis reumatoidea, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, la esclerosis sistémica, la miastenia gravis y las vasculitis, como en enfermedades autoinmunes específicas de órganos como la enfermedad de Hashimoto, la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la enfermedad de Addison. Además, los niveles de sCLP también aumentan en la anemia hemolítica autoinmune.


Figura 1. Enfermedades autoinmunes asociadas con aumento de la calprotectinina sérica.

EM: esclerosis múltiple; AR: artritis reumatoidea; EC: enfermedad celíaca; EII: enfermedad inflamatoria intestinal; LES: lupus eritematoso sistémico; EA: enfermedad de Addison; MG: miastenia gravis; AH: anemia hemolítica; AP: anemia perniciosa; VAI: vasculitis autoinmune.


Se destaca el papel de la fCLP y de la sCLP en diferentes patologías. La conocida importancia de la fCLP, ampliamente utilizada en el diagnóstico de laboratorio para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales y el papel emergente de la sCLP en el diagnóstico de las enfermedades autoinmunes. De hecho, la presencia de CLP en las heces refleja la migración de neutrófilos al tracto gastrointestinal durante la inflamación y se correlaciona con niveles elevados de eritrosedimentación y proteína C reactiva. Un nivel alto de fCLP puede hacer que el médico solicite un examen endoscópico para el diagnóstico de las enfermedades inflamatorias intestinales. Las concentraciones bajas suelen indicar un trastorno no inflamatorio y descartan que el paciente requiera un examen endoscópico.


Se han encontrado niveles elevados de sCLP en las principales patologías autoinmunes ya nombradas. Una concentración elevada de esta molécula circulante se asocia con un peor resultado estructural, pero además puede predecir la recaída de la enfermedad y manifestaciones graves de daño. Por ejemplo, en la vasculitis y en el lupus eritematoso sistémico, los niveles altos de sCLP se correlacionan con glomerulonefritis y fibrosis. Además, se ha observado que la sCLP podría ser un excelente biomarcador en miastenia gravis; de hecho, numerosos estudios confirman su utilidad para evaluar el estadio de la enfermedad. Finalmente, la sCLP es importante en la evaluación del estadio inflamatorio de pacientes con artritis reumatoidea que reciben tratamiento con tocilizumab. La sCLP es un marcador útil de inflamación comparable con la proteína C reactiva y la eritrosedimentación en el seguimiento de estos pacientes. Se destaca la importancia de la dosificación de la sCLP en las enfermedades autoinmunes, especialmente en las sistémicas.


  • Interacciones entre factores genéticos y ambientales, y una desregulación del sistema inmunológico con la aparición de autoanticuerpos

El uso de la sCLP en pacientes afectados por patologías reumatológicas que no presentan alteraciones en PCR y VSG podría ser útil para monitorear la actividad inflamatoria y el seguimiento farmacológico de estas enfermedades.


Uno de los problemas aún por resolver es la falta de estandarización de los resultados y los diferentes rangos de referencia utilizados para estos dos analitos (fCLP y sCLP). Se está trabajando para obtener resultados más satisfactorios y replicables de estos marcadores biológicos que ya son ampliamente utilizados y parecen tener un rol prometedor en diferentes patologías inflamatorias comunes.


Referencias bibliográficas


1. Carnazzo V, Redi S, Basile V, Natali P, Gulli F, Equitani F, et al. Calprotectin: two sides of the same coin. Rheumatology (Oxford) 2024 Jan 4; 63 (1): 26-33.



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